jueves, 26 de mayo de 2011

Facturación Electrónica... Sabemos realmente qué es?


Cuando escuchamos por primera vez el término facturación electrónica es muy normal pensar en los recibos que nos llegan cuando realizamos una compra por internet, especialmente en sitios web norteamericanos o europeos. Si la persona está relacionada profesionalmente con el mundo informático, muchas veces suele pensar en un proyecto de tecnologías de información demasiado sofisticado, el cual tiene que ver únicamente con el proceso de facturación de una empresa y que es viable exclusivamente en empresas grandes y complejas. Muchas personas que inclusive ya se han relacionado con un proyecto de este tipo o se están preparando para hacerlo, suelen creer que la facturación electrónica es un proyecto complejo, de dudosa rentabilidad, que requiere realizar importantes modificaciones en los sistemas de la empresa, pero que eventualmente genera ciertos beneficios operacionales que vale la pena intentar obtener. En muchos casos es visto sólo como una forma de operar a la que las empresas entran obligadas por las circunstancias y no precisamente por haber detectado sus beneficios tangibles.
Obviamente, existe un pequeño grupo de personas que realmente ha podido constatar muchos de los positivos impactos de la facturación electrónica, después de lo cual prácticamente ya no conciben otra forma de trabajar. Bueno, incluso a estos usuarios avanzados este interesante proyecto les depara constantemente agradables sorpresas, debido a sus tremendas potencialidades.
Qué es entonces la facturación electrónica y qué lo hace un proyecto tan especial y atractivo? Por qué este proyecto se diferencia tanto de otros proyectos de TI y genera tanta adrenalina?
Resulta que las facturas y otros documentos tributarios, pues definitivamente no estamos hablando sólo de facturas, son documentos extremadamente sensibles en Latinoamérica, por el hecho de respaldar las operaciones de recaudación de impuestos por parte de las entidades tributarias, lo que históricamente las ha forzado a implementar mecanismos que ayuden a evitar el fraude sobre estos documentos y consecuentemente, la evasión fiscal. Es fácil entender que en el "mundo de papel", en el cual no existían tecnologías viables para controlar lo anterior, se implementaron mecanismos de control y fiscalización excesivamente costosos y en muchos casos, de dudosa efectividad.
La Internet al acceso de muchos y otras tecnologías como los Certificados Digitales, las cuales permiten garantizar la integridad y autenticidad de los documentos electrónicos, evitando que éstos sean modificados en su paso a través de la red, o suplantada la identidad de quien los genera, sumado a la ineficiencia de los procesos tradicionales antes mencionados, generan las condiciones ideales para el surgimiento de la facturación electrónica, prometiendo beneficios para todas las partes.
Pero el potencial de la facturación electrónica no termina aquí, pues resulta que los documentos tributarios prácticamente representan contratos que sustentan las transacciones comerciales entre las empresas, lo que los convierte en instrumentos que conectan a las empresas entre sí y también con otros actores del mercado, por ejemplo, con las entidades financieras. Al convertirse en electrónicos, los documentos tributarios mejoran infinitamente la conexión entre las empresas y generan gran valor a lo largo de todo su ciclo de vida, impactando positivamente la gestión de quienes venden, compran, distribuyen, aprueban, pagan, contabilizan, tributan, soportan técnicamente, atienden a los clientes, auditan, etc.
Y por si fuera poco, las facturas son instrumentos valorizables por las entidades financieras, ya que representan las cuentas por cobrar de las empresas que las emiten. Esto significa que al convertirse en electrónicas y con ello mejorarse exponencialmente los mecanismos para su seguimiento, validación y control, dichas entidades comienzan a preferir las operaciones respaldadas con facturas electrónicas, expresando esta preferencia a través de mejores condiciones de financiamiento para las empresas que trabajan bajo esta modalidad. Y estas son realmente palabras mayores!
Para aprovechar entonces los beneficios que brindan los documentos tributarios electrónicos, surgen soluciones informáticas especializadas en cada uno de los procesos con los cuales estos documentos se relacionan, beneficiando la gestión de sus usuarios, viabilizando los negocios tradicionales y conectando a las empresas en ecosistemas que incorporan a los documentos tributarios electrónicos como una nueva y potente fuente de información para la generación de nuevos tipos de negocios. Todo eso es... Facturación Electrónica.

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